A pesar de los avances en infraestructura tecnológica, como la expansión de la red móvil 5G y el despliegue progresivo de fibra óptica en diversas provincias, los usuarios en República Dominicana enfrentan una de las tarifas de internet más altas de América Latina. Según un informe publicado por Diario Libre, aproximadamente el 30 % del precio final en una factura de servicios de internet está compuesto por impuestos y recargos fiscales, lo que coloca al país junto a Argentina y Brasil como los de mayor carga tributaria en el sector telecomunicaciones.
Este elevado porcentaje se distribuye entre varios componentes impositivos: el ITBIS (Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios) representa un 18 %; el impuesto selectivo al consumo, específico para telecomunicaciones, aporta un 10 % adicional; y una contribución del 2 % sobre los ingresos brutos de los operadores debe ser destinada al Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones (CDT), en cumplimiento con la Ley General de Telecomunicaciones 153-98.
En términos prácticos, esto significa que de un prepago de RD$1,000 en servicios de internet, el consumidor paga aproximadamente RD$300 solo en impuestos. Este nivel de carga fiscal reduce el acceso equitativo a internet, especialmente en sectores de ingresos bajos, y genera un efecto contrario a los esfuerzos gubernamentales de cerrar la brecha digital.
Expertos del sector telecomunicaciones y organismos multilaterales como la UIT han advertido que esta situación podría obstaculizar el desarrollo pleno del ecosistema digital nacional, a pesar de las mejoras tecnológicas. Las recomendaciones apuntan a una revisión fiscal que incentive el acceso a internet como servicio esencial, sobre todo en un contexto pospandemia donde la conectividad es clave para el trabajo, la educación y el comercio.
