El 2025 presenta importantes desafíos para la economía dominicana, destacando la necesidad de implementar reformas estructurales que fomenten la sostenibilidad fiscal y el crecimiento económico. Entre estas reformas, se encuentra la tan esperada reforma al sistema impositivo, que debería enfocarse en reducir la informalidad, la evasión y la elusión fiscal. Desde el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), se enfatiza que una modificación tributaria basada únicamente en el aumento de la recaudación sería un error, ya que afectaría negativamente el clima de inversión y resultaría insostenible a largo plazo.
En el ámbito fiscal, se hace un llamado a eliminar el párrafo II del Artículo 5 de la Ley 35-24 de Responsabilidad Fiscal, para garantizar un control efectivo del gasto público. Además, se advierte sobre los peligros de mantener déficits superiores al 3.0%, lo que incrementa la dependencia del endeudamiento. Las autoridades tienen una oportunidad única de romper el círculo vicioso de aumentar ingresos y gastos sin lograr una consolidación fiscal que reduzca la deuda pública.
En términos monetarios, la inflación y la depreciación del peso dominicano serán factores clave en 2025. La política de expansión monetaria, implementada en el último trimestre de 2024, podría incrementar las presiones inflacionarias. Además, los niveles de reservas internacionales, que cerraron en US$2,075 millones por debajo de 2023, reflejan la necesidad de una moderación en las políticas monetarias locales. En este contexto, el crecimiento económico de 2025 dependerá más de reformas estructurales que de estímulos fiscales o monetarios, destacándose la importancia de reducir costos en mercados laborales, transporte y combustibles, así como mejorar la seguridad jurídica y la infraestructura.
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